5.2.3.Tercera expedición al Alto Perú

El objetivo de esta campaña era nuevamente recuperar el territorio alto peruano, pero además apoyar la acción de las guerrillas patriotas que operaban en la zona. Después de la renuncia de San Martín por razones de salud, el general José Rondeau asumió el mando de las tropas. El 17 de abril de 1815 su ejército se enfrentó a los realistas en Puesto del Marqués donde obtuvo una victoria. Luego el 21 de octubre de 1815 tuvo lugar la batalla de Venta y Media, cerca de la ciudad de Oruro, ya en julio de ese año los realistas habían recibido importantes refuerzos provenientes de Chile y, en septiembre, el general Joaquín de la Pezuela había enviado una avanzada dirigida por el brigadier Pedro Olañeta para ocupar el sitio de Venta y Media, por lo que hacía ya un tiempo que el lugar estaba sitiado y, altamente defendido. El general José Rondeau, jefe de la tercera expedición al Alto Perú, ordenó al coronel Martín Rodríguez, al frente de la vanguardia de sus tropas, que avanzara sobre el sitio, a la vez, el comandante Gregorio Aráoz Lamadrid fue encargado de espiar a las fuerzas españolas. Lamadrid erró el cálculo y Rodríguez ordenó el ataque, pero sus tropas fueron vencidas y dispersadas. En esta batalla el entonces sargento José María Paz recibió una herida de bala en el brazo derecho por la cual éste le quedó inutilizado por el resto de sus días y por eso fue apodado “el manco Paz”. Solo un mes más tarde, el 29 de noviembre, ocurrió la dramática derrota sufrida por las fuerzas patriotas en la batalla de Sipe-Sipe, cerca de Cochabamba, en el Alto Perú, actual Bolivia. José Rondeau después de la derrota en Venta y Media, inició la retirada hacia Cochabamba, mientras el general español Joaquín de la Pezuela ordenó perseguirlo y continuar la ofensiva. En el camino, Rondeau advirtió que no tenía ni suficientes soldados ni animales de carga para transportar el armamento y que estaba obligado a dar batalla. Las fuerzas realistas, compuestas por alrededor de 4.000 hombres, con más de veinte cañones, se enfrentaron al Ejército patriota, con aproximadamente 2.500 hombres y nueve cañones, en las estribaciones del cordón de Viluma. La batalla comenzó al amanecer y se prolongó por más de cuatro horas y, a pesar de los esfuerzos de los criollos, los realistas terminaron derrotándolos. En si parte de guerra Rondeau relató que nada quedaba por hacer, pues ya el miedo se había apoderado de sus soldados infantes y no hacían sino huir desesperadamente. La derrota de Sipe-Sipe significó la pérdida definitiva del Alto Perú y demostró la imposibilidad de continuar la lucha por ese camino. Así lo había previsto el general José de San Martín que, por esa razón, proyectó la estrategia de liberar a Chile y a Perú, a través del cruce de los Andes.




José Rondeau

 

El resto del ejército patriota comenzó su retirada pasando por Potosí y Humahuaca y hasta que llegaron finalmente a Tucumán, dando por concluida la misión y la expedición al Alto Perú. Por lo que desde ese momento la defensa del norte argentino que exclusivamente en manos de Güemes y sus gauchos.



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